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Ingeniería inversa para el negocio

¡El bikini!, por supuesto dijo mi amigo

Debo decirte que yo no entendía nada de nada, pero no quise interrumpir su momento “Eureka”, y esperé con paciencia su explicación, que no tardó en llegar

– Amigo ¿Conoces la Ley del Bikini? – preguntó como si tal cosa Justino

– No amigo, pero suena interesante … creo

Y me explicó que Diego en una de sus tantas lecciones, alguna vez le dijo que una presentación ejecutiva debe ser como un bikini, y consta de 3 aspectos como fundamento:

  1. Debe ser pequeño
  2. Cubrir solo lo importante
  3. Debe ser muy revelador

– Amigo, tomé mis 56 proyecciones y las mandé … lejos, borré todo sin dudar un instante, me reí mucho de mi estrategia tan ridícula que estaba pretendiendo presentar, me apuré a cambiarme le comenté a mi esposa a que me refería y la propuesta inicial, no puedo decirte lo contento que me hizo ver su reacción, el CEO manda amigo, ¡Mi CEO manda!

Luego, me ha detallado como quedó su presentación, consta de 5 diapositivas en total, ordenadas de este modo:

La primera

Logo de BancoT con un título grande que dice: “¡Matemos el negocio, antes que otro lo haga!

La segunda

En letras grandes, solo dice: “Paso 1 – Un negocio digital como organización ambidiestra, con una base de transformación digital”

La tercera

En el medio de la diapositiva, con letras grandes, idénticas a la diapositiva anterior una frase que reza: “Paso 2 – El FOCO de la estrategia sobre las necesidades vitales de los clientes, como detonador de la larga interacción: Gestión del cambio del consumidor”

La cuarta

En el mismo sentido que las anteriores, dice: “Paso 3 – La cultura interna como pilar para el negocio digital”

La quinta y última

En letras muy grandes, solo el logo de BancoT y una frase … “¡Matemos el negocio, antes que otro lo haga!”, haciendo énfasis en el sentido de urgencia del cambio, como centro del discurso.

Me dijo también, que Diego alguna vez le dijo:

“Al ejecutivo le interesa conocer dónde ir, no el cómo ir” – Diego

– Amigo, al finalizar me sentí muy bien, el discurso es cumple con la Ley del Bikini – asentí de manera inmediata, no podía estar más de acuerdo – y explicaré cada paso como “toca” cada aspecto del banco tradicional como una organización resistente al cambio, para con base en ello, determinar planes de acción en un concepto de Ingeniería inversa para el negocio.

Permite por favor me explique un poco, el asunto de ingeniería inversa no es un tema nuevo, es tener algo hecho y desarmarlo para saber cómo está hecho, en tecnología y de manera más propia en software lo usamos con los virus por poner un ejemplo, a partir de un archivo del virus se desensambla para conocer como está hecho y como se puede atenuar sus procesos maliciosos, pero nunca lo había escuchado aplicado a negocios, aunque Justino tiene su base en tecnología y creo que algunas cosas no se  olvidan de manera fácil, pero no quise obviar y pregunté:

– ¿A qué te refieres con hacerle ingeniería inversa al negocio amigo?

Lo que me dijo, me parece muy valioso y por demás interesante, lo ha puesto como una historia que se puede contar, pero antes me comento como llegó a esta idea, que también aporta para aplicar a nuestro día a día.

“Si cuentas una historia de logros imposibles, motivas al equipo a sentirse poderoso y empoderado” – Justino

Y Justino ha tomado muy en cuenta, esto de tener tres puntales para sus procesos, me dice que la base la conforman:

  1. La historia “cuenta” el objetivo de manera coloquial
  2. El proceso que busca hacer realidad la historia
  3. Una historia, para repetirla hasta conseguirla como realidad

La historia la diseñó mi amigo delimitando el objetivo, la ingeniería inversa es el proceso que la puede llevar a ser realidad, al menos eso pensé cuándo me comentó los tres puntos, no esperaba que me dijera que:

¡La historia la inventé cinco minutos antes de entrar con los accionistas!

Para presentar, decidió que debía tener un hilo conductor simple, para ello poco antes de entrar a la junta de accionistas para la estrategia 2021 – 2025, buscaba algo que fuera memorable, el objetivo me dijo, es como el bikini, no hablas de la prenda sino de quién la luce de manera elegante y sensual, quería que hablarán de la estrategia amigo, no de la estructura de mi discurso … ¡Mi valor está en la estrategia, no es crear presentaciones memorables!, dijo en tono alto y un poco molesto.

Me contó que puso la primera diapositiva y saludo a todos los presentes, para luego ponerse de pie y “contar una historia” …

Te puedo asegurar a fuerza de decir verdad, que use todos los trucos que tengo para que me contara que pasó ese día, me interesaba saber la historia, pero … no lo logré, no me dio una razón de peso, pero no quiso contarme dicha historia, no me rendí, insistí al borde de la súplica, alegando que si era importante se debía compartir con el mundo a través de las #CharlasConJustino, pero ni ese argumento lo convenció.

Fingí un disgusto como último argumento, basado en la falta de confianza en mi persona, arriesgando quizá de más, pero me justificaba que deseaba saberlo, la curiosidad era infinita y sin duda era una estrategia que tenía que conocer … después de este último recurso, accedió a contarme, pero con una condición dijo, qué no podía ponerla por escrito por ser un tema de propiedad intelectual, arrugué la nariz y cerré los ojos, suspiré en total enfado para recobrarme y apenas terminó de narrarme la fabulosa historia, le dije:

– ¿Puedo dar la forma?, quiero decir amigo, que les dé una idea a los lectores y lectoras de nuestras charlas para que apliquen la técnica

– De acuerdo, sin dar detalles de la estratega de BancoT – aclaró de nuevo –

Tengo que darte una esperanza, seguiré insistiendo con la historia que ha dado y que me dicen se hará pública al menos para toda la organización, para convertirla en un estandarte de donde quieren estar en los siguientes cuatro años, espero lograr convencerlo algún día para darte más detalles y prometo seguir insistiendo, de momento te comparto lo que si me permitió que es:

La base de la historia

Ha definido tres “personas” para su historia, que se relacionan entre sí:

  1. Un consumidor
  2. Un cliente
  3. Un NO cliente

La forma y estructura

Por alguna razón (parte del secreto), es que estos tres personajes se entrelazan en algún momento, lo que si me dijo que podía decirte sin problema es que, a lo largo de la ejecución de la estrategia estas historias irán cambiando y migrando a los siguientes estadios, lo siguiente no me dijo si podía decirlo, así que como no lo prohíbe es válido compartir:

“Las historias presentan obstáculos a vencer, como videojuegos para ser lúdico el proceso”

El medio donde se desenvuelven genera círculos concéntricos de problemas, que cambian y se vuelven más complejos en el tiempo, generando más círculos de nichos de mercado para atender y sumar como consumidores.

Entiendo que puede sonar un tanto complejo, pero es justo la magia de la historia, tiene que ser simple y muy enfocada a motivar al equipo para que a su vez la pueda transmitir al resto de la organización.

Me parece una manera interesante de permear, la misión, visión y valores de la empresa alienada con la estrategia para el 2021, muchos retos nos esperan con Justino y algo más me dijo para terminar la charla.

Qué si bien Diego no está más a su lado como mentor, hoy se siente fuerte y confiado en lo aprendido, es tiempo de EJECUTAR y buscar a quién enseñar para seguir aprendiendo.

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Muchas gracias por leerme, he dejado esta primera parte de las #CharlasConJustino para en una segunda entrega hablar de la conclusión

Autor: Héctor Ortega

Héctor Ortega

Laboró durante 10 años para una entidad financiera, como responsable de Banca Electrónica de 6 países, en 2014 fundó Hypertech una empresa dedicada a canales digitales para el sector financiero.
Fundador de Beernnovation: Una comunidad del sector financiero con más de 400 miembros para divulgación, podcast y la revista llamada Be Innovation

Y autor del libro: “CEO de un NeoBank ¿Ahora que hago?” disponible en Amazon